El teletrabajo se ha convertido en la nueva normalidad. Para algunos ha supuesto un salvavidas en unos tiempos que de otro modo habrían sido aún más complicados; al fin y al cabo, diversos estudios han demostrado que trabajar desde casa es un privilegio que muchos colaboradores llevan años deseando. De hecho, una investigación de Future of Work descubrió que el 78 % de los colaboradores enumeraron las opciones de trabajo flexibles como su primera elección para unos posibles beneficios no económicos.

Sin embargo, para aquellos trabajadores que prefieren un entorno tradicional en la oficina, la transición al teletrabajo puede resultar difícil. Para los departamentos de recursos humanos es el momento de centrarse en proporcionarles a estas personas el apoyo y las herramientas necesarios para seguir avanzando en sus carreras.

A fin de lograrlo, primero debe comprender las señales que advierten de que uno de sus colaboradores está teniendo problemas. Una vez que haya identificado si una persona necesita ayuda, aplique los siguientes consejos para el bienestar de los colaboradores para asegurarse de que superan dichos problemas.

Señales de advertencia que conviene tener en cuenta

Rendimiento en el trabajo

En primer lugar, pida a los gerentes que se centren en el rendimiento laboral de los colaboradores. Al principio cabe esperar que haya una curva de aprendizaje. Sin facilidades como monitores externos y espacios adicionales en el escritorio, puede que sus colaboradores tarden un poco en adquirir una rutina. Pero a estas alturas, las personas ya deberían estar acostumbradas a que estas fueran las jornadas laborales habituales. Si descubre que un colaborador que antes era el más rápido con los proyectos se ha vuelto ahora más lento a la hora de entregar los materiales, podría deberse a que está teniendo dificultades para trabajar en su hogar.

Participación

A continuación, aconseje a los miembros de la dirección que estén atentos a una posible disminución en el compromiso de los colaboradores. Por ejemplo, si un colaborador que antes se mostraba como un miembro activo y comprometido con todas las reuniones y talleres se ha vuelto ahora retraído o callado, podría deberse al estrés o a la fatiga emocional. 

Del mismo modo, los gerentes deben estar atentos a un aumento en la expresividad. Por ejemplo, ¿los colaboradores que aparentemente entendían las tareas con facilidad responden ahora con más preguntas o inquietudes de lo habitual? Podría deberse a que se están esforzando por cumplir con las expectativas y los plazos de entrega a causa de la nueva forma de hacer las cosas. 

Calidad

Finalmente, aconseje a los responsables que estén atentos a una posible disminución en la calidad del trabajo. Los proyectos o materiales que requieren una edición extensa, que plantean problemas o errores importantes o que se presentan a última hora podrían indicar que un colaborador está teniendo dificultades para mantenerse al día o para adaptarse a su nuevo entorno. Podrían estar distraídos o estresados y que esa situación les esté impidiendo desarrollar su capacidad para cumplir con el trabajo.

Cómo ayudar

En los momentos difíciles, es fundamental enfatizar la importancia del bienestar de los colaboradores sobre el éxito empresarial. Se ha comprobado que las empresas que se centran en crear un entorno de trabajo positivo obtienen más de sus colabores durante periodos más largos, por lo que debe recordar a los gerentes que sean amables y tolerantes con los miembros de sus equipos.

Si un gerente nota alguna de las señales de advertencia mencionadas anteriormente, pídale que programe una reunión informal con el colaborador. El gerente debería plantear algunas de sus inquietudes y, al mismo tiempo, dejar claro que el trabajo del colaborador no está, de ninguna manera, en peligro. La atención deberá centrarse en proporcionar al colaborador todo el apoyo necesario para que se adapte con éxito a un entorno de teletrabajo. 

En algunos casos, simplemente escuchar al colaborador podría ser suficiente para aliviar parte de su estrés y ayudarlo a que recupere la calidad habitual de su producción. En otros casos, pueden ser necesarios pasos más concretos. Si el colaborador necesita ayuda, pídale al gerente que programe una reunión con un representante del departamento de recursos humanos, el cual podrá abordar la situación de manera adecuada.

Por ejemplo, si el colaborador tiene dificultades debido a que no posee el equipo necesario para producir el trabajo a su ritmo normal, es posible que le pueda proporcionar los dispositivos correspondientes. Elementos como monitores externos, teclados, auriculares y soportes de escritorio pueden agilizar los procesos del trabajador.

Si, por otro lado, un colaborador presenta dificultades para adaptarse a trabajar solo, puede sugerirle que busque a un miembro del equipo para que ambos estén en línea. Esto simulará la apariencia de trabajar junto a alguien y, al mismo tiempo, fomentará el teletrabajo.

Los representantes de recursos humanos deben también ofrecer consejos sobre cómo estructurar mejor la jornada. En este apartado se podría incluir el establecer pequeñas metas para cada hora, reservar tiempo para una pausa para el almuerzo y crear un espacio designado para el trabajo; en cuanto a este último, este espacio debe estar en algún lugar separado de donde el colaborador suela relajarse. 

Enfatizar la salud física y mental

Fuera del trabajo, es importante que los colaboradores mantengan la mente y el cuerpo en forma. Esto no solo aliviará los factores estresantes relacionados con la empresa, sino que también garantizará que acudan a trabajar cada día sintiéndose renovados, frescos y con ganas. 

Recuerde a los colaboradores que deben reservar tiempo para el ejercicio y el cuidado personal. Para respaldar estos consejos, considere la posibilidad de ampliar los planes de beneficios de bienestar para los colaboradores de su empresa, a fin de ofrecerles un mejor acceso a gimnasios, estudios y recursos de salud mental. 

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